Los discos duros son extremadamente delicados. Tienen partes móviles: un servomotor, un brazo móvil (o actuador), un mecanismo para regular el movimiento del brazo (llamado voice coil), etc. Cuando un disco sufre un golpe o caída, los platos se mueven ligeramente, y el cabezal pierde su alineación. Los parámetros de funcionamiento deben ser precisos a niveles increíbles (de nanómetros), por lo que un disco golpeado debe ser diagnosticado correctamente antes de intentar algun procedimiento de recuperacion. Imagina que el cabezal se desalineó con el golpe. Si lo enciendes, los platos comenzarán a girar a más de 7,200 rpm y el brazo se moverá, ocasionando que el cabezal choque con la superficie de los datos y destruyendo para siempre la información.
Por lo que tienes que hacer con mucho cuidado el procedimiento para evitar daños irreversibles en la unidad.
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