jueves, 14 de mayo de 2015

Actualizar a Windows 8.1 desde Windows 7

Windows 8.1 te ofrece la Tienda Windows, la pantalla Inicio y la cuenta Microsoft, además de mejoras en cuanto a personalización, búsqueda, aplicaciones de la Tienda y conectividad en nube, y las características de seguridad y confiabilidad que se esperan de Windows.

1. Comprueba tu PC


El Asistente para actualización a Windows 8.1 te informa de si tu equipo puede ejecutar Windows 8.1 y, luego, proporciona un informe de compatibilidad y pasos opcionales para que compres, descargues e instales Windows. Si quieres comprobar los requisitos del sistema, puedes comprarlo, pero no tienes por qué. El Asistente para actualización hace todo eso automáticamente: no necesitas comprar la actualización para ejecutarla.
Si no compras la actualización en línea, puedes comprar Windows 8.1 en un DVD a un distribuidor asociado. Puedes ver el precio actual en la página web de Compara y decide sobre Windows 8.1 o en el Asistente para actualización. No en todos los países o regiones hay disponibles DVDs de la actualización a Windows 8.1. Aunque decidas comprar un DVD, te recomendamos ejecutar el Asistente para actualización antes de la instalación para asegurarte de que Windows 8.1 funcionará en tu equipo.

Descargar y ejecutar el Asistente para actualización

Pantalla Veamos qué es compatible, en el Asistente para actualización
Asegúrate de enchufar y conectar tus dispositivos periféricos, como impresoras o monitores, antes de ejecutar el Asistente para actualización para comprobar si funcionarán con Windows 8.1. También es buena idea enchufar el portátil o la tableta que estés usando.

Para ejecutar el Asistente para actualización

  1. Puede tardar varios minutos en instalarse en función de tu conexión a Internet.
  2. Cuando el navegador te lo pida, abre, guarda o ejecuta el archivo del programa Asistente para actualización. Cualquier opción es válida, pero si eliges Guardar, es posible que tengas que buscar el archivo en tu equipo y pulsar dos veces para ejecutarlo.
  3. Sigue las instrucciones en pantalla. El Asistente para actualización analiza tu equipo para asegurarse de que cumpla con los requisitos del sistema. También comprueba si tus programas y dispositivos son compatibles con Windows 8.1.

Notas

Consulta el informe de compatibilidad

Pantalla Esto es lo que encontramos, en el Asistente para actualización



Cuando finalice el Asistente para actualización a Windows 8.1, sabrás si Windows 8.1 se ejecutará en tu PC. También tendrás acceso a un informe de compatibilidad gratuito en el que se indican los dispositivos y programas actuales que seguirán funcionando, los que es posible que no funcionen y lo que puedes hacer para conseguir que vuelvan a funcionar después de la instalación. No tienes que hacer nada con esta información: si necesitamos que dejes de usar algún software de cifrado, te lo indicaremos más adelante.
Si tienes un producto que funciona en Windows 7, es muy probable que también funcione en Windows 8.1. No obstante, puede haber programas o dispositivos en tu equipo para los que no tengamos información.
Así es como obtenemos la información sobre compatibilidad:
  • Los proveedores de hardware y software independientes prueban y certifican oficialmente algunos programas y dispositivos para Windows 8.1.
  • Basamos cierta información de compatibilidad en informes del fabricante. Microsoft no probó ni confirmó esta información.
  • Microsoft prueba los programas y los dispositivos más populares del mercado, y proporciona información de compatibilidad basándose en estas pruebas. En el caso de algunos productos que no se han probado en Windows 8.1, es probable que basemos su estado de compatibilidad en el hecho de si funcionaba en Windows 8 o no.
Comprueba más información de compatibilidad para un dispositivo o una aplicación específicos (incluso información de foros de la comunidad) en el Centro de compatibilidad de Windows o poniéndote en contacto con el fabricante del dispositivo o la aplicación.



2. Elige lo que quieras conservar


Pantalla Elige lo que quieres conservar, en el Asistente para actualización





3. Compra Windows 8.1

Si el Asistente para actualización te informa de que tu equipo cumple los requisitos del sistema y puede ejecutar Windows 8.1, proporciona una recomendación sobre qué edición debes comprar, con la opción para comprarla, descargarla e instalarla siguiendo los pasos que irán apareciendo en la pantalla. El precio actual se puede ver en el Asistente para actualizaciones o puedes ir a la página de Compara y decide sobre Windows 8.1.
Windows Media Center no está incluido en Windows 8.1. Para conseguirlo, tendrás que actualizar a Windows 8.1 Pro y, después, comprar el Windows 8.1Media Center Pack. Para obtener más información, consulta la página web Agregar características en el sitio web de Windows.
Si no quieres actualizar en línea, puedes comprar Windows 8.1 en DVD a un minorista asociado si está disponible en tu país o región.

Revisa tu pedido

Cuando estés en la página Revisa tu pedido en el Asistente para actualización, tendrás la opción de comprar un DVD de copia de seguridad de Windows 8.1 si está disponible en tu país o región. Si necesitas reinstalar más adelante, puedes usar el vínculo incluido en el correo electrónico que recibirás una vez procesado el pago. Si te preocupa perder el correo electrónico, quizás quieras pedir el DVD de copia de seguridad. Activa la casilla si quieres agregar el DVD a tu pedido.

Indica la información de compra y los códigos de oferta

En los siguientes pasos, especificarás los datos habituales de compra como tu nombre y el número de tarjeta de crédito.
Si tienes un código de oferta, procura escribirlo para recibir el precio de la promoción. Cuando estés en la pantalla Comprar, verás el precio completo. Sin embargo, en la página de confirmación del pedido, tendrás la posibilidad de escribir el código de promoción y el precio cambiará para reflejar el precio de promoción de la oferta después de hacer clic en Aplicar.

Obtén tu recibo y la clave del producto

Una vez procesado tu pedido, recibirás un recibo por correo electrónico que incluye la clave del producto. Si continúas ahora con el proceso de instalación, la clave del producto se aplicará automáticamente, pero asegúrate de guardar el mensaje de correo electrónico y la clave del producto en un lugar seguro.

4. Inicia la actualización

Con una conexión a Internet de alta velocidad (1,5 Mbps a 10 Mbps), la descarga generalmente llevará de 30 minutos a 3 horas. El tiempo de la descarga depende de tu conexión a Internet, de tu equipo y de otros factores y, por lo tanto, es posible que supere estas estimaciones de tiempo.

Descargar Windows 8.1


Haz clic en Siguiente y la actualización comenzará descargándolo a tu PC. Puedes pausar la descarga en cualquier momento o bien, si necesitas detenerla y reanudarla más adelante, usa el icono Descargar Windows que aparece en el escritorio (en lugar del vínculo que aparece en el recibo que te enviamos por correo electrónico o en la descarga del Asistente para actualización). De esa forma, reanudarás la descarga desde donde lo dejaste y no tendrás que empezar de nuevo.
Si la descarga se interrumpe, no funciona o no aparece un botón Pausa, prueba a reiniciar tu PC. Cuando lo hayas reiniciado, haz clic en el icono Descargar Windows de tu escritorio para comenzar la descargar de nuevo.

Nota

  • Si recibes un mensaje de error que dice "No se puede establecer la conexión" y has verificado que tienes conexión a Internet, puedes intentar descargarte Windows 8.1 en otra red (por ejemplo, en casa de un amigo si el equipo es portátil). Si no funciona, ponte en contacto con el soporte técnico.
Instalar Windows 8.1

Pantalla Instalar Windows 8.1, en el Asistente para actualización





Una vez descargado Windows 8.1 en tu equipo, tienes varias opciones para elegir cómo y cuándo instalarlo.
  • Instalar ahora. Para la mayoría de las personas, recomendamos elegir Instalar ahora para realizar la actualización más sencilla.
  • Instalar mediante la creación de medios. Esta es una opción de instalación avanzada que requiere una unidad flash USB o un DVD vacío. Solamente la recomendamos para quienes necesiten instalar en un entorno virtual o como una configuración de arranque dual. Desaconsejamos intentar instalar Windows 8.1 en un PC aparte.

Pantalla Elegir el medio que quieres usar, en el Asistente para actualización




  • Si decides instalar usando medios, necesitas instalar Windows 8.1 en un equipo que ya tenga Windows y, después, realizar una instalación limpia. Para obtener instrucciones, consulta Arranque desde el medio creado para instalar en una partición y después Cómo realizar una instalación limpia de Windows. Si no sigues estas instrucciones, no podrás activar tu PC más tarde.
  • Instalar más adelante desde el escritorio. Si eliges Instalar más adelante desde el escritorio, se creará un acceso directo en el escritorio para que puedas instalar Windows 8.1 cuando te resulte más conveniente.
Tanto si instalas ahora como si esperas, el programa de instalación de Windows preparará el equipo y realizará las comprobaciones finales de lo que tienes que hacer antes de la instalación efectiva. Examina cada uno de los elementos de la lista en el orden en que se indica. Cuando completes cada elemento, la lista de actualizará automáticamente.
Cuando termines, estarás preparado para instalar la actualización. Verás un resumen de tus decisiones de instalación. Si tienes que cambiar algo, haz clic en Atrás, y cuando estés listo, haz clic en Instalar.
El equipo se reiniciará varias veces mientras Windows 8.1 se instala. Una vez instalado Windows 8.1, se te pedirá que elijas la configuración. 


5. Selecciona tu configuración

Una vez instalado Windows 8.1, se te pedirá que elijas la configuración de tu PC.

Personalizar

Pantalla Personalizar durante la instalación



Elige un color que te guste. Podrás cambiarlo más tarde en la pantalla Inicio. Para ello, en la pantalla Inicio, apunta a la esquina inferior izquierda de la pantalla, desplaza el mouse hasta la esquina, haz clic en Configuración y, después, haz clic en Personalizar.

Usar la configuración rápida

Pantalla Configuración durante la instalación



Verás una lista de opciones de configuración recomendadas, denominadas configuración rápida. Para aceptar esta configuración y continuar, haz clic en Usar configuración rápida. Podrás cambiar estas opciones de configuración más adelante, cuando termines la instalación. Si quieres cambiar algunas de estas opciones ahora, haz clic en Personalizar.
Para obtener más información, haz clic en Más información sobre la configuración rápida. Para obtener información sobre cómo afectan estas opciones de configuración a tu privacidad, haz clic en Declaración de privacidad.

Iniciar sesión

Pantalla de inicio de sesión con cuenta Microsoft durante la instalación




A continuación, se te pedirá que inicies sesión. Si ves una página de inicio de sesión con una cuenta local, tendrás que iniciar sesión primero con tu cuenta local y, después, se te pedirá que configures una cuenta Microsoft.


Si ya tienes una cuenta Microsoft

  1. Escribe la dirección de correo electrónico y la contraseña de tu cuenta Microsoft.
    Si tienes más de una cuenta Microsoft, tendrás que elegir una. Para obtener más información, consulta ¿Qué dirección de correo electrónico debo usar para mi cuenta Microsoft?
  2. Te enviaremos un código de seguridad a la dirección de correo electrónico alternativa o número de teléfono que hayas configurado para esta cuenta, y deberás especificar dicho código para comprobar que eres el propietario de la cuenta. Esto nos ayuda a proteger tu cuenta y tus dispositivos cuando accedas a información confidencial. Si aún no has configurado la información de contacto alternativa para la cuenta, se te pedirá que lo hagas en este momento.
    Si iniciaste sesión en tu equipo con una cuenta Microsoft antes de instalar Windows 8.1, quizás no veas este paso.

Si quieres crear una cuenta Microsoft

  1. Haga clic en Crear una nueva cuenta.
  2. A continuación, se te pedirá que elijas la dirección de correo electrónico que quieres usar como cuenta Microsoft. Puede ser cualquier dirección de correo electrónico que uses y no tiene que ser una cuenta que proceda de Microsoft. Escribe la dirección de correo electrónico que usas con más frecuencia. La usaremos para configurar automáticamente las aplicaciones Correo y Contactos con el correo electrónico y los contactos que ya usas cada día.
  3. Escribe la contraseña que quieres usar y rellena el resto de la información, incluido tu nombre, apellido y país o región.
  4. A continuación, se te pedirá que proporciones una dirección de correo electrónico o número de teléfono alternativos donde nos podamos poner en contacto contigo por correo electrónico, teléfono o mensaje de texto (SMS). Esto nos ayuda a proteger tu cuenta y tus dispositivos cuando accedas a información confidencial usando esta cuenta. Después de especificar esta información, te enviaremos un mensaje con un código de seguridad, y tendrás que escribir dicho código para comprobar que eres el propietario de la cuenta.

Si quieres seguir usando una cuenta local

Windows 8.1 está diseñado para usarlo con una cuenta Microsoft, así que recomendamos que lo intentes. Por decirlo de una forma sencilla, tu cuenta Microsoft es el vínculo que reúne numerosas características útiles del nuevo Windows. Sin ella, no podrás, por ejemplo, obtener nuevas aplicaciones de la Tienda Windows, sincronizar automáticamente tu configuración y tus documentos entre equipos, realizar copias de seguridad de tus fotos en la nube para poder acceder a ellas desde cualquier lugar ni ver todos tus contactos de varias cuentas de correo electrónico y redes sociales en las aplicaciones Contactos y Correo.
Pero si estás seguro de que quieres usar una cuenta local, haz clic en Crear una nueva cuenta y, en la página de la nueva cuenta, haz clic en Usar cuenta existente.

Almacenamiento en la nube de OneDrive
Pantalla OneDrive durante la instalación






Instalar actualizaciones

Debido a que Windows se actualiza constantemente, es posible que haya actualizaciones críticas disponibles desde el lanzamiento de Windows 8.1. Windows comprueba si existen estas actualizaciones críticas cuando termines de configurarWindows 8.1 por primera vez y, si encuentra alguna, la descarga automáticamente. Descargar e instalar estas actualizaciones puede llevar desde unos minutos a una hora aproximadamente, en función de las actualizaciones que necesites. Es posible que también sea necesario reiniciar el equipo una o varias veces para completar las actualizaciones.



¡Ya está!

Pantalla Inicio




Windows terminará las actualizaciones y te llevará a la nueva pantalla Inicio de Windows 8.1. Para obtener más información acerca de cómo instalar Windows 8.1, consulta Actualizar a Windows 8.1: preguntas más frecuentes.


jueves, 23 de abril de 2015

Limpia y Libera Espacio en el Disco Duro


Con el tiempo, tu equipo se puede llenar de una gran cantidad de archivos que ocupan mucho espacio y ralentizan su funcionamiento. Si eliminas los que no utilizas, podrás recuperar bastante memoria. Windows cuenta con una herramienta que te permite liberar espacio en disco, casi de forma automática.


1. Usa el Liberador de espacio en disco:

Para liberar espacio en el disco duro de tu equipo, pulsa en el menú Inicio y después accede al Panel de control. En la ventana de herramientas que aparece después, pulsa en Sistema y seguridad y luego en Liberar espacio en disco.


Verás un mensaje que te indicará la evolución del proceso de búsqueda de los archivos temporales que se encuentren almacenados en el ordenador.



2. Elimina archivos temporales

Ahora verás una nueva ventana con una lista de opciones donde figuran los diferentes elementos que se pueden suprimir. Al lado de cada uno de ellos, puedes comprobar también el espacio que ocupan.

Como puedes ver, dispones de diferentes tipos de archivos como, por ejemplo, los ficheros temporales de Internet. Aún así, es posible que necesites tener un mayor control de los ficheros que eliminas. Puedes consultar cómo desde aquí.

También puedes marcar los que hayas enviado a la papelera. De este modo, podrás eliminarlos de forma definitiva ya que, en caso contrario, pueden llegar a ocupar mucho espacio. 


Incluso, puedes borrar informes de error que quedan almacenados en el sistema y que, seguramente, a ti no te aportan nada.

3. Quita los programas que no usas

Además de los archivos temporales, los programas que instalas en tu equipo pueden llegar a saturar tu disco duro. En el caso de que sean aplicaciones que te resulten imprescindibles, evidentemente, tendrás que seguir con ellas. Sin embargo, es posible que tengas muchos otros programas que hayas instalado para probarlos y te hayas olvidado de su existencia. Es recomendable que repases de forma periódica la lista de programas instalados y elimines los que no usas. Para ello, desde la ventana del Liberador de espacio de Windows, selecciona la pestaña Más opciones y luego pulsa en el botón Liberar.

Aquí puedes acceder a la lista de programas que tienes instalados. Desde esta ventana de exploración puedes consultar la fecha de instalaciónel espacio que ocupan en tu sistema e, incluso, la frecuencia de uso.

Para eliminar un programa, tendrás que hacerlo uno a uno. Selecciónalo de la lista y pulsa en el botón Desinstalar o cambiar. Luego espera a que se desinstale de forma automática o sigue las indicaciones del asistente que aparece en algunos casos.

4. Suprime los backups antiguos
Si tienes programada la creación de copias de seguridad o puntos de restauración en tu equipo de forma periódica, se archivarán dentro de tu sistema y, con el tiempo, es posible que lleguen a ocupar mucho espacio. Es suficiente mantener la última de ellas, por lo que puedes borrar las demás. Para lograrlo, accede de nuevo a la herramienta del Liberarador de espacio en disco y selecciona la pestaña Más opciones. Luego dirígete al apartado inferior de la ventana y pulsa en el botón Eliminar.

Por último, presiona haz click sobre Aceptar para que se eliminen los datos seleccionados tanto en el apartado anterior, como las copias de seguridad que acabas de indicar. Confirma el proceso con un click en Eliminar archivos. Mientras esperas a que se complete el proceso verás una ventana desde donde podrás seguir la evolución.


Como Quitar Contraseña de Usuarios de Windows 7 con un LiveCD GNU/Linux

Estoy seguro que a más de uno de los usuarios de Windows se les ha olvidado la contraseña para ingresar a su cuenta, y que les entra ese pánico que nunca volverán a ver sus archivos.
Fácilmente con un LiveCD/DVD/USB de cualquier distribución podes arreglar un par de archivitos para realizar un truco que te permita reemplazar la contraseña o quitarla, ojo en realidad no es que la recuperes en el estricto sentido de la palabra, pero mientras podas acceder a tus archivos de nuevo creo que no habrá queja.
Lo primero es tener una distribución para el LiveCD, podes descargar la que te guste, podes encontrar algunas en la página de Distribuciones GNU/Linux.
Luego de tener tu distribución  ya preparada en un disco o USB, reiniciamos el equipo y hacemos que el equipo arranque con la distribución que descargaste.
Estando en el escritorio de la distribución entramos a la partición de Windows, osea al disco C:, y nos adentramos en la carpeta "WINDOWS" y luego en "system32".
Estando en "system32" busca el archivo "sethc.exe" y le cambias el nombre a "sethc_old.exe", luego busca el archivo "cmd.exe", le cambias el nombre a "sethc.exe".
Reinicias el equipo y arrancas con Windows como usualmente lo harías, llegada la pantalla de usuario-contraseña presionas 5 veces la tecla "shift" izquierda y abrirá la consola de MS-DOS, ahí escribes este comando:
control userpasswords2
Este comando levantara una ventana donde fácilmente seleccionas el usuario y das clic en el botón "Restablecer contraseña" se levantará un dialogo para que la cambies, y si la quieres dejar sin contraseña dejas los campos en blanco y clic en "aceptar". Cierras todo y ya estas listo para entrar de nuevo a tu cuenta en Windows.

Cómo crear una partición en tu disco duro

1. Accede al Administrador de discos:

  El primer paso será acceder al Administrador de Discos de Windows. Este servicio es una especie de centro de control desde el que configurar los discos duros que tienes conectadas al equipo. Pulsa sobre el botón Inicio. Ahora selecciona, con el botón derecho del ratón, la opción Equipo. En el menú que aparece, elige Administrar. Ahora, en el panel lateral izquierdo, elige la opción Administrador de discos.






2.  Elige el tamaño de la nueva partición

En el Administrador de Discos encontrarás todas las unidades de almacenamiento conectadas. Elige la unidad en la que quieras crear una nueva partición. Haz clic, con el botón derecho del ratón sobre el disco duro elegido y selecciona la opción Reducir volumen…. En el cuadro que aparece te muestra el tamaño máximo que podrá tener la nueva partición, teniendo en cuenta el espacio que ya tienes ocupado en el disco. Elige el tamaño de la partición y pulsa sobre Reducir.


3.  Crea un nuevo volumen simple

Acto seguido se creará una nueva partición en tu disco duro. Pero este espacio todavía no puede ser utilizado. Antes tienes que crear un nuevo volumen simple. Es decir, hacerle creer al sistema que en realidad tiene conectado un disco duro independiente. Haz clic, con el botón derecho del ratón, sobre esta nueva partición y elige Nuevo Volumen simple…



4. Formatear la partición


Tras esto te aparece la ventana del asistente para la creación de un nuevo volumen simple. Sigue sus indicaciones. En el paso cómo formatear la partición, elige el formato NTFS y en el apartado Etiqueta, asígnale un nombre a la nueva unidad. Finaliza el asistente y se habrás creado una nueva unidad de almacenamiento en tu ordenador.


¿Qué son los discos básicos y dinámicos?

Los discos básicos y los discos dinámicos son dos tipos de configuraciones de disco duro en Windows. La mayoría de los equipos personales están configurados como discos básicos, que son los más sencillos de administrar. Los usuarios avanzados y profesionales informáticos pueden emplear discos dinámicos, que usan varios discos duros de un equipo para administrar datos, normalmente para obtener un mayor rendimiento o confiabilidad.

Nota: 
Solo admiten disco dinámicos las ediciones de Windows Vista Enterprise y Windows Vista Ultimate.


Un disco básico usa particiones primarias, particiones extendidas yunidades lógicas para organizar datos. Una partición formateada también se denomina volumen (los términos volumen y partición se usan por lo general indistintamente). En esta versión de Windows, los discos básicos pueden tener cuatro particiones primarias o tres primarias y una partición extendida. La partición extendida puede contener varias unidades lógicas (se admiten hasta 128 unidades lógicas). Las particiones de un disco básico no pueden compartir ni dividir datos con otras particiones. Cada partición de un disco básico es una entidad independiente del disco.
Los discos dinámicos pueden contener un gran número de volúmenes dinámicos (aproximadamente 2000), que funcionan como las particiones primarias usadas en discos básicos. En algunas versiones de Windows, es posible combinar discos duros dinámicos independientes en un único volumen dinámico (lo que recibe el nombre de expansión), dividir datos entre varios discos duros (lo que recibe el nombre de sección) para obtener un mayor rendimiento o duplicar datos entre varios discos duros (lo que recibe el nombre de reflejo) para obtener una mayor confiabilidad.

¿Disco básico o disco dinámico?
La elección de la configuración de discos ideal depende del número de discos duros que tengas conectados a tu ordenador, las particiones que necesites crear o la seguridad que quieras implementar, así como la versión de Windows que tengas instalado en tu equipo ya que no todas admiten esta configuración.
Físicamente no existe una diferencia entre un disco básico y un disco dinámico. Es decir, que no necesitas un determinado tipo o modelo de disco duro para configurar un sistema de discos básicos o dinámicos.Te sirve cualquier disco duro convenciona, aunque tal vez quieras utilizar los de los fabricantes que ofrecen más garantías de seguridad. La única diferencia entre ambos sistemas es la forma en la que Windows estructura la distribución de los datos en el sistema.
Si al crear la unidad de disco estableces que ésta sea un disco básico, no podrás dividir en disco en más de 4 particiones primarias, mientras que con el disco dinámico podrías crear hasta 128 particiones.
Además de esa limitación, los discos básicos no ofrecen tolerancia a fallos. Es decir, que si la unidad de disco sufre un fallo físico, no se podría recuperar o sería complicado hacerlo la información que contiene. En cambio, algunas configuraciones de discos dinámicos permiten la creación de “unidades espejo” donde se clona la información para preservarla de fallos.
Según tus necesidades, te convendrá más elegir una configuración de discos básicos o de discos dinámicos.

¡Ante todo precaución!
Gestionar y modificar disco duros llenos de datos es una actividad que podría considerarse como de alto riesgo. Cualquier descuido por tu parte, o un eventual fallo puede suponer la pérdida de esos datos. Por lo tanto, antes de modificar la configuración de los discos duros, asegúrate de tener una copia de seguridad de tus datos en una unidad ajena a estas modificaciones. ¡Evitarás muchos disgustos!


1. Comprueba tus discos duros:
Algunos fabricantes de ordenadores, sobre todo en equipos portátiles, ya incluyen una configuración de discos dinámicos, ya que se necesitan crear varias particiones para alojar herramientas de recuperación del sistema, copia de seguridad, partición de arranque, partición de datos, partición para el sistema, etc.
Puedes acceder al Administrador de discos de Windows para comprobar qué sistema de discos tienes configurado en tu equipo.
Haz clic sobre el botón de Inicio y accede al Panel de control. A continuación, haz clic sobre la categoría Sistema y seguridad y, en el apartado Herramientas administrativas, elige Crear y formatear particiones del disco duro.
Esto te llevará directamente hasta el Administrador de discos de Windows. En él podrás ver de forma gráfica el estado de tus discos y su configuración. En el cuadro que encabeza cada uno de los discos, observa que bajo su denominación se indica si es un disco básico o un disco dinámico. También encontrarás esta información en la columna Tipo de la vista Lista de volúmenes.



2. Crea un disco dinámico en Windows:
Si tu configuración es de discos básicos, puedes agrupar los que vayas a utilizar como almacenamiento para así unirlos todos en una sola unidad, dejando el que tiene instalado el sistema operativo como disco básico.
Crear un disco duro dinámico no puede ser más sencillo.
Accede al Administrador de discos de Windows, siguiendo las instrucciones que indicábamos en el apartado anterior.
A continuación, podrás ver todos los discos que tienes conectados a tu equipo. Haz clic, con el botón derecho del ratón, sobre la cabecera del disco que quieras convertir en dinámico (no sobre la representación gráfica del disco) y elige la opción Convertir en disco dinámico. A continuación, confirma que el cuadro que aparece tiene marcado el disco que quieres convertir en dinámico y haz clic en Aceptar. Después, en el siguiente cuadro emergente, haz clic en Convertir y el disco se convertirá en dinámico.


3. Añadir un nuevo disco duro al disco dinámico
Ahora que ya sabes cómo crear una unidad de disco dinámico, puedes ampliar su capacidad de almacenamiento añadiendo otros discos, o mejorar la seguridad de tus archivos creando “unidades espejo” que duplicarán tus datos para aumentar el nivel de seguridad de tus datos.
Lo puedes hacer desde el mismo Administrador de discos de Windows.
Antes de añadir un nuevo disco duro al disco dinámico ya existente, éste tiene que estar sin formatear. Es decir, en el Administrador de discos de Windows tiene que figurar como No asignado.
Si ya lo has formateado, haz clic, con el botón derecho del ratón, sobre el espacio del disco y elige la opción Eliminar volumen…. Después, haz clic sobre el espacio del disco que has convertido en dinámico en el paso anterior y elige la opción Extender volumen…. Ahora, en el cuadro que aparece, pulsa en Siguiente para iniciar el proceso de unión de ambos discos duros.
A continuación, selecciona el nuevo disco duro sin formatear en el cuadro Disponibles y pulsa sobre Agregar. Este pasará al cuadro Seleccionados. Haz clic en Siguiente y continúa el proceso. Por último, si todo es correcto, pulsa en Finalizar.
Aunque en el Administrador de discos permanecen separados, observa que ahora ambos discos comparten la misma letra de unidad y etiqueta. Además, en el apartado Equipo del  Explorador de archivos de Windows, comprobarás que existe una sola unidad de disco con una capacidad de almacenamiento que suma las de ambos discos duros.


4. RAID y tipos de discos dinámicos:
RAID (del inglés Redundant Array of Independent Disks) es un sistema de almacenamiento de datos en múltiples unidades de disco. Por lo tanto, los discos dinámicos son, en esencia, una forma de RAID creado por software de forma nativa en Windows.
Al igual que sucede en los RAID creados vía hardware, puedes utilizar varios tipos de distribución de datos en función de si necesitas aumentar la capacidad de almacenamiento, el rendimiento de las unidades de disco o la seguridad de los datos.
Los discos dinámicos se diferencian por su tipo de resistencia. Hay cuatro tipos de resistencia, cada una con sus características propias:
  • Simple o Distribuido: En este modo, los datos se distribuyen por toda la extensión del almacenamiento, optimizando así el espacio de almacenamiento. La unión de los discos actuará como una unidad de disco habitual, sumando sus capacidades. No otorga ningún tipo de protección frente a errores de disco. Requiere al menos una unidad para crearse.
  • Reflejado: Se crean dos copias de los datos que contenga esta unidad. Es decir, que si una de las unidades tiene errores tendrás una copia adicional desde la que podrás recuperar tus datos. Sus capacidades no se suman y se toma como referencia la capacidad del disco más pequeño. Requiere dos unidades para crearse.
  • Seccionado: Combina áreas de almacenamiento disponible de distintas unidades de disco para escribir en ellas de forma simultánea. Con ello se consigue un mejor rendimiento en la lectura y escritura de datos, ya que son dos cabezas lectoras distintas (en dos discos diferentes) las que realizan el trabajo. Ambos discos deben tener la misma capacidad de almacenamiento. No tiene tolerancia a fallos
  • RAID-5 o de Paridad: Almacena tus datos con información de paridad. Es más fiable que los métodos anteriores, más eficiente en el uso del espacio pero algo más lento.

5. Reduce el tamaño un disco dinámico desde Windows:

Para reducir el espacio de almacenamiento o separar uno de los discos duros que has unido al disco dinámico desde Windows, debes reducir su contenido tanto como para que éste quepa en el almacenamiento que quede disponible tras retirar uno de los discos duros.
Es decir si, por ejemplo, cuentas con una capacidad total de 300 GB, distribuidos entre dos discos de 150 GB cada uno, y tienes 200 GB ocupados, debes reducir esos 50GB de datos de diferencia, hasta poder retirar uno de los discos.
Tras ajustar los datos hasta adaptarlos a la capacidad del disco que se mantendrá como dinámico, accede al Administrador de discos de Windows, tal y como hiciste en los apartados anteriores.
A continuación, haz clic sobre el espacio del disco que quieres separar y elige la opción Reducir volumen…. En el cuadro que aparece, en el apartado Tamaño del espacio que desea reducir, en MB, escribe la cantidad equivalente al disco duro a desmontar, en el caso de este ejemplo, será de aproximadamente 150 GB. En la casilla Tamaño total después de la reducción, en MB puedes ver el almacenamiento que conservará el disco dinámico. Después, pulsa sobre Reducir y se liberará la cantidad de memoria indicada.
No te preocupes si el indicador de espacio del Administrador de discos de Windows te indica que no has liberado toda la memoria de este disco duro, puedes repetir esta operación hasta que el disco quede totalmente liberado.
Cuando esto suceda, haz clic con el botón derecho del ratón, sobre el cuadro de la cabecera del disco que deseas retirar y elige la opción Convertir en disco básico. Con esto, el sistema cambiará la designación del disco y pasará de disco dinámico a disco básico, pudiendo retirarlo del equipo cuando desees.

6. Convierte discos dinámicos sin perder datos:
Como ya has podido comprobar, Windows permite cambiar de disco básico a disco dinámico en apenas unos minutos y de forma muy sencilla.
Sin embargo, el camino para convertir un disco dinámico en disco básico no es tan sencillo.
Esto es debido a la compleja distribución de los datos entre los distintos discos duros que prácticamente obliga a la eliminación de todos los datos que contiene el disco dinámico antes de volver a convertirlos en básicos.
Pero que Windows no sea capaz de conseguir convertirlos sin pérdida de datos, no significa que no se pueda. Con herramientas especializadas en la gestión de discos duros y particiones como AOMEI Dynamic Disk Manager puedes conseguirlo de forma sencilla e intuitiva y sobre todo, sin pérdida de datos.
AOMEI Dynamic Disk Manager, aunque cuenta con una versión de prueba para que veas lo sencillo que resulta gestionar los discos dinámicos, es un programa de pago y para usarlo debes adquirir una licencia. Una vez adquirida esta licencia, puedes acceder a todas las funciones de gestión de discos.
La más interesante de todas ellas es la capacidad de convertir los discos dinámicos en discos básicos sin pérdida de datos en el proceso. Realizar este proceso no puede ser más sencillo.
Inicia AOMEI Dynamic Disk Manager.
La parte principal de su interfaz es muy similar a la del Administrador de discos de Windows, con una representación gráfica de los discos en la parte inferior y sus características en la parte superior. Localiza los discos configurados como discos dinámicos. Haz clic, con el botón derecho del ratón, sobre la cabecera del disco que quieres convertir en básico y elige la opción Convert to Basic Disk.
A continuación, en el cuadro que aparece, haz clic en OK para confirmar que, efectivamente, ese es el disco que quieres convertir. Aparentemente, el disco seleccionado ha cambiado su estado a disco básico, pero en realidad todavía debes aplicar los cambios para que la modificación se produzca. Haz clic sobre el icono Commit y, en el cuadro emergente, pulsa sobre Proceed. Es más que probable que sea necesario reiniciar el ordenador para que los cambios surjan efecto. AOMEI Dynamic Disk Manager se encargará del reinicio y de analizar el estado de los discos tras el reinicio. Cuando vuelva a iniciarse el sistema, el disco aparecerá en el Administrador de discos de Windows como disco básico.

7. Cambia el tamaño de los discos dinámicos:
Con AOMEI Dynamic Disk Manager también puedes gestionar tus discos dinámicos, ampliar o reducir su capacidad o sustituir los discos duros que forman parte del conjunto.
Para ello, basta con hacer clic, con el botón derecho del ratón, sobre el espacio de almacenamiento del disco a modificar y elegir alguna de las opciones que permiten modificar su tamaño, borrarlo, mover el contenido de un disco dinámico a otro para sustituirlo o cambiar el nombre y letra de la unidad.
Tras elegir la opción apropiada y realizar las modificaciones propias de cada operación, se muestra una simulación de cómo quedará la configuración de discos. Para aplicar esos cambios, haz clic sobre Commit y, en el cuadro emergente, pulsa sobre Proceed.